miércoles, 21 de marzo de 2012

Malos Vientos.

Hay en el mundo vientos perfectamente identificados que vuelven locos a las personas al crear desarreglos en la composición iónica de la atmósfera. Estos vientos, son pesados, secos y calurosos, procedentes de zonas cálidas y secas transportan altas dosis de cationes (iones positivos) que suelen general dolores de cabeza, nauseas y estrés afectando a 1 de cada 4 personas que sufran su influjo e incluso a pesar de sus perjuicios puede darse el caso de que estimule el ingenio artístico y las ganas de trabajar. Llega a tal extremo la cosa que en algunos países vienen legislado el “efecto Foehm” para que sirva como atenuante ante ciertos tipos de delitos en “épocas ventosas” (Alemania, Argentina, Austria o Canadá).

Algunos ejemplos.

El Foehn en los Alpes, comienzos de primavera y otroño.
El Mistrals sur de Francia.
El Siroco en Italia.
El Santa Ana en San Francisco, California.
El Chinook al oeste de EEUU y Canadá.
El Sharav en Israel y Medio Oriente.
El Zonda en Argentina.
La Tramontana, sur de Francia y Noreste de España.

Viviendo en El Puerto de Santa María, Cádiz (España) no puedo olvidarme del Viento de Levante, que cumple con todos los requisitos y es uno de los justificantes del ingenio (con locura incluida o no) que rige en toda esta zona del sur peninsular (donde la media de problemas de cefaleas y desordenes psíquicos aumenta a medida que te acercas a la zona del estrecho siendo donde más fuerte sopla dicho viento).

Para saber más: